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Los 965 millones de dólares de este año fiscal en fondos imponibles suponen un descenso de aproximadamente el 4% respecto al año fiscal anterior, que generó más de 1.000 millones de dólares en fondos imponibles para el estado, según un comunicado de prensa emitido el viernes por la Junta de Cumplimiento del Cannabis, que regula la industria legal de la marihuana en el estado. El ejercicio fiscal iba del 1 de julio de 2021 al 30 de junio de 2022.
En parte porque las ventas de marihuana se dispararon durante la pandemia, muchos expertos correlacionaron la caída de las ventas de marihuana con el levantamiento de las restricciones de la COVID, así como con otros factores económicos.
“Durante la primera parte del año, la industria del cannabis de Nevada registró menores ventas al por menor, una tendencia consistente con otros mercados maduros de cannabis en todo el país. Aunque las ventas aumentaron durante la pandemia del COVID-19, los negocios del cannabis no son inmunes a los efectos de la inflación y la falta de ingresos disponibles, ya que los consumidores ajustan sus hábitos de gasto y sus prioridades”, dijo Tiana Bohner, portavoz de la Nevada Cannabis Compliance Board, en un correo electrónico enviado a The Nevada Independent.
Los 147 millones de dólares que se destinan al presupuesto estatal de educación K-12 proceden del impuesto especial del 10% sobre el consumo minorista para adultos (que aportó 89 millones de dólares) y de una parte del impuesto del 15% sobre el consumo mayorista para adultos y uso médico (que aportó 63 millones de dólares). Además de a la educación, la recaudación del impuesto al por mayor se destina a otros dos fondos, según Bohner. Las administraciones locales reciben 5 millones de dólares y el resto se destina a operaciones reguladoras, como la Junta de Cumplimiento del Cannabis.
Los fondos del impuesto sobre la marihuana se encuentran entre las fuentes de ingresos que alimentan la cuenta estatal de educación y, en última instancia, se redistribuyen a los distritos escolares a través del Plan de Financiación Centrado en los Alumnos. El PCFP, aprobado por la Legislatura en 2019, moderniza la fórmula de financiación estatal de 54 años de antigüedad, aunque hasta dentro de unos años no se sabrá si se están produciendo sus efectos deseados
La disminución de los ingresos, unida a la inflación y al aumento de los impuestos sobre el sector, ha dejado a las empresas y a los activistas del cannabis frustrados con un sistema que, según ellos, ya no funciona a su favor. A principios de año, varias empresas cannábicas se manifestaron en contra de lo que percibían como tasas excesivas por tareas normativas estándar y fórmulas impositivas al por mayor que no se ajustan a los cambios de precios.
Judah Zakalik, presidente de la empresa de cannabis Congerium LLC, dijo en una entrevista telefónica con The Nevada Independent en julio que los impuestos dan al mercado negro una ventaja sobre los que dirigen empresas legales de cannabis.
“Creo que si los impuestos son demasiado altos, los precios subirán, lo que hará que el mercado negro prospere más”, afirma Zakalik. “Eso es duro porque es un competidor que tenemos como empresarios legítimos con el que es muy difícil competir”.